Quiero hacer una actualización porque hace mucho que no escribo en este espacio. Y creo que a veces se necesita saber qué pasa después de todo el horror vivido.
El narcisista
Recaída
En mi caso, tuve una relación con una persona que parecía bastante normal, cariñosa e interesada por mí y mi familia. Duró 1 año.
Cosas buenas
Encontré un trabajo que me permite vivir bien con mis hijos en nuestro propio espacio, lo que me ha hecho no depender económicamente del narcisista ni de nadie de mi familia. En mi casa son mis reglas.
A veces el trabajo del hogar, las reparaciones y el estar a cargo de todo pasan factura, pero si ponemos todo en una balanza. La vida es mejor aquí.
Sé que no estoy sola
Uno de los sentimientos recurrentes que tenía cuando estaba con el narcisista o al inicio del proceso de sanación, era la soledad, la incomprensión, el sentirme sin rumbo o pertenencia.
En 2020 pude sentir que no estoy sola. Tengo amigos, compañeros, familia que está ahí en las buenas y en las malas.
El mundo no me va a dar la espalda completamente, siempre hay alguien.
Aunque aún sigo teniendo periodos donde me siento triste o miserable, que no puedo más con ser madre soltera, trabajadora y muchas cosas más. Creo que tengo las herramientas para volver al equilibrio.
Sé a donde acudir, con quien hablar, qué hacer. Sé que esos sentimientos vienen del trauma y que a veces mi cabeza me dice cosas para sabotearme.
Años de terapia, fuerza de voluntad y trabajo me han traído hasta aquí.
Espero que ustedes también puedan sentir y agradecer sus avances. Somos lo que somos a pesar del abuso.
Yo te creo.