jueves, 22 de marzo de 2018

El peligro de tomar terapia con el profesional incorrecto


En algunas entradas pasadas, les contaba que tuve una serie de malas experiencias con "profesionales" de la salud mental, es decir psicólogas (en mi caso fueron mujeres, pero supongo que también hay hombres) y reflexionando, me puse a pensar en lo peligroso que es tomar terapia con el profesional incorrecto.

Vamos a empezar, analizando un poco...

¿Por qué necesitamos terapia?


La terapia es una parte crucial del proceso de sanación. Si bien podemos investigar por nosotros mismos acerca del tema, hay que reconocer que necesitamos guía en estos momentos difíciles y existen personas que se dedican precisamente a esto. No podemos superar esto solos, no debemos hacerlo solos.

Pero ojo, tampoco podemos hacerlo de la mano de cualquiera.

Mi experiencia


Durante todos mis años de matrimonio con el narcisista, me insistía en que yo debía tomar terapia por mis arranques de ansiedad y estrés, que por cierto, sólo ocurrían con él. Que yo estaba mal, que tenía algo de mi pasado y que hasta los problemas sexuales que "teníamos" eran por algo que estaba en mi mente.

Yo me negué mucho tiempo en asistir, porque yo consideraba que no la necesitaba, pues eran episodios aislados de desesperación y angustia. Hasta que un día y por voluntad propia, asistí por dos meses a terapia para tratar de entender un asunto familiar que surgió. El narcisista me marcaba todos los días después de mi terapia para preguntarme sobre qué había hablando con el terapeuta. Al principio me pareció lindo que se preocupara por mí, pero después me molestó un poco que insistiera tanto en que hablara de "nuestros" problemas sexuales y de pareja, cuando claramente eso iba a surgir en alguna sesión de terapia.
Por razones de salud, dejé de asistir y siempre me reprochó el haber dejado las sesiones. Él, por su parte, estaba tomando terapia y nunca quería contarme sobre qué hablaba con su terapeuta, incluso se molestaba si le insistía.

Pasaron los años y cuando empezaron los problemas fuertes, o sea la herida narcisista que hizo que se le cayera la máscara de encubierto y empezara a hacer barbaridades, yo me preocupé mucho y pedí ayuda a un líder religioso para salvar mi matrimonio. Me recomendó que tomáramos terapia de pareja con una psicóloga y agendé una cita.

A este punto de nuestro matrimonio, yo había intentado de todo para que él estuviera contento y que me amara como yo me merecía, pero siempre terminaba sintiéndome culpable por algo. Así que ahí estaba yo, con toda la culpa del mundo, frente a la psicóloga.


Después de hablarle acerca de nuestro matrimonio, ella dijo las palabras mágicas: "Tu vives con un ególatra y manipulador..." 
Cuando escuché eso, sentí que se me abrían los ojos, se caía la venda y todas las piezas encajaban. Eso era el origen de todos los problemas, era el por qué nunca era suficiente para él.

La psicóloga luego dijo que "eso era manejable y pueden llegar a llevarse muy bien, si se tienen las herramientas correctas"
Claramente, eso no me agradó, ni siquiera encajaba con lo primero que me había dicho. Mis tripas me decían que huyera, que me salvara, pero la terapeuta decía que yo podía hacer algo para mantener mi familia.
Eso me dejó algo confundida.

Llegando a casa investigué en internet y me encontré con el transtorno de personalidad narcisista. Una vez más, todo encajaba y empecé a devorar toda la información que encontré al respecto.
Él tuvo una cita al siguiente día con la misma terapeuta y volvió a casa con flores, cena y una canción romántica, se arrodilló y me declaró sus ganas de recuperar a la familia. Yo sabía todo y aunque estaba confundida, mi instinto me hacía tener mis reservas ante sus declaraciones y le pedí tiempo para pensar.
Se molestó y se acabaron sus 5 minutos de marido amoroso. 

La siguiente semana, fui de nuevo con la terapeuta y le compartí mis hallazgos. No los tomó mucho en cuenta y me dio consejos para manejar la personalidad ególatra de mi marido. Por más que yo le decía todo lo que había descubierto, el cómo me había violentado por años y cómo continuaba manipulándome, ella parecía estar bajo el hechizo del narcisista. Lo defendía, no de manera abierta, sino alentándome a "ser más inteligente y manejar la situación a mi favor"

En esos días, fui a visitar a mi familia a una ciudad cercana y como consejo de la terapeuta hicimos contacto cero. Sólo podía hablar con mis hijos por videollamada, pero conmigo, nada.
Antes de viajar, me amenazó tomándome del cuello y diciéndome que "Voy a hacer de tu vida un infierno, te voy a quitar lo que más quieres" y en la madrugada me mandó un enlace por whatsapp de una noticia de la prensa roja donde un esposo golpeaba con un cable a su esposa por faltarle al respeto. Fue terrorífico.
Le llamé en ese momento y le conté de estos sucesos a la psicóloga y me calmó diciendo que iba a hablar con él. Él estaba escuchando y al colgar me dijo "Ves? para qué pides ayuda, no me hacen nada."
Fue horrible.

Durante mi estancia fuera de la ciudad, la terapeuta me llamaba para preguntarme cómo estaba (él continuaba yendo a terapia con ella) y cuando le decía que no quería volver con él o que él fuera por nosotros a la estación, me convencía de que lo dejara demostrarme que estaba cambiando.
Éstas llamadas me dejaban muy confundida, porque por una parte yo sabía que la única forma de salir del abuso narcisista era el contacto cero, el huir del abuso, ella, una terapeuta "profesional" me decía lo contrario. Después me enteré que en esas llamadas, él estaba a su lado o escuchando. 

Por suerte, mis amigas me convencieron de ir a una institución de ayuda para las mujeres y eso fue lo primero que hice al regresar a casa. Ahí me explicaron lo que era la disonancia cognitiva, el ciclo de la violencia y las alternativas legales para protegerme a mí y a mis hijos. 
Además me sugirieron lo más importante, dejar de ir a terapia con la psicóloga que me confundía.

Mis avances fueron muy grandes y mi seguridad aumentó muchísimo. Puedo decir que desde la primera vez que fui, noté la diferencia.

Entonces,

¿Cómo elegir al profesional adecuado?


Libres del narcisista tiene un post excelente sobre cómo elegir terapeuta, les recomiendo leerlo. Yo puedo agregar algunas cosas desde mi experiencia:


  • Busca alguien que te aclare la mente en vez de confundirte más. Si sales confundido de la consulta, no es la persona que te va a guiar a la sanación.
  • Que tenga experiencia con víctimas de trastorno narcisista o sobrevivientes de abuso psicólogico o emocional, en dado caso.
  • Que te haga sentir seguro, valorado y respetado. Si te ayuda a explorar tus virtudes más allá de tus defectos, es el indicado.
  • Que llame por su nombre a las cosas, sin rodeos, sin justificar al abusador. Abuso es abuso.
  • De ser posible, que no tenga contacto con tu abusador o que esté advertido de su trastorno de personalidad. Porque los narcisistas son manipuladores y pueden ganarse la confianza de cualquiera.
En mi caso tomo terapia con una psicoterapeuta Gestalt, es la corriente de la psicología que más se ajusta a mis necesidades, pero tú puedes explorar varias opciones antes de decidirte.

Cuéntame en los comentarios cómo ha sido tu trato con psicólogos y terapeutas, si te has topado con pseudoprofesionales y cómo los identificaste.

Siempre para adelante,

-Amazona.



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