Aceptar que SÍ LO AMABAS. Otro paso para sanar el abuso.

Durante mucho tiempo, sobretodo en las primeras etapas de sanación, estaba en negación. Me parecía increíble que aquello que sentía por el narcisista era amor o que yo había sido capaz de amarlo de esa manera.

En cierto modo, era una forma de protegerme el pensar que en realidad nunca lo había amado y que sólo me había manipulado y engañado para estar con él tantos años. Fue algo que me dio paz en su momento, pero al avanzar en el proceso tenía que aceptar la realidad.

Mi psicólogo una vez me dijo: "Tienes que perdonarte por haberlo amado"

Por supuesto que me molestó mucho cuando lo dijo, porque yo me había convencido a mí misma que nunca lo había amado y por lo tanto era una víctima.

Estuve varios días con la mente revuelta y de mal humor, no quería aceptarlo.

Entonces, formulé una nueva teoría que me volvió a dar paz momentánea: Sí lo había amado, pero sólo al principio, después, era sólo costumbre.

Y así viví por algunos meses. Hasta que la revoltura de mente volvió y me encontré enfrentándome a mí misma nuevamente por las cosas que había vivido.

En esos días, acompañé a mis padres a un viejo almacén donde guardan las cosas viejas de la casa y encontré unas cartas que le enviaba al narcisista y algunas contestaciones de él.

No pude sostenerme en pie después de leer algunas líneas de las diferentes cartas. Sí lo amé, lo amé de verdad y ahí está la evidencia. Parecía que teníamos las mejores esperanzas, las más puras intenciones, el más grande amor y el tornado de emociones me pegó de frente.

Y creo que el aceptar esto. QUE SÍ LO AMÉ. Ha hecho la gran diferencia. 

Porque no me estoy negando a mí misma y a mis sentimentos, ahora sé que el amor puede darlo todo y aún así quedar destruido.

Sé que el amor está en mí y yo puedo elegir a quien dárselo. A pesar de las tormentas y de las veces que sea destruido, mi amor me reconstruye y me reconforta a mí.

No, no te equivocaste al amar a un narcisista. Diste mucho, porque eres mucho. Y aceptarlo es un gran paso para sanar el abuso.

El amor no es lo que das, el amor eres tú.